17/12/11

· 365 steps ·


365 días menos.
A 92,1 km. equidistantes del km. 0.
Se vislumbra el reflejo de un comienzo en el retrovisor.
1h y 7 mn. de trayecto vibrante.
1º grado bajo 0.
2ª fila en la puerta, espera.
19 horas transcurren en un parking.
Subida.
Pisadas silenciosas y sonrientes entre adoquines.
2 paradas 2 en 2 barras.
18h. Una luz inunda la estancia.
Todo transcurre entre dos [ ]. Un balcón estrecho
sobre una plaza banal.
Sin ruido.
En la estancia silenciosa y voluptuosa
entra despacio la noche y a ese ritmo,
entre las arcadas de la plaza,
se trenzan los pasos de un apretado baile.
1h 35 mn.
8 mini-tragos se trasvasan a un vaso de plástico.
Se suben de puntillas los escalones de caracol.
Retorno a la estancia.
Arabescos de latón blanco sobre una pared verde.
Corona de voluptuosidad.
Bella durmiente.
Larga figura.
Clarea el amanecer en su tiempo real, minuto a minuto.
Desperezarse en el gris retorno.
Bonita espalda.
Tocan las 12.
Bonita escapada.
Gris retorno.
Un roce furioso revienta el neumático.
10 peligrosos minutos en un arcén
ennegrecen manos y frentes en sincronía.
Estampida feliz hacia un gélido aseo
una vez más estampado en su zaguán.
La complicidad alcanza su tensión máxima.
La lentitud del retorno es intencionada
y desemboca en una parada
con intermitentes blanco naranjas
tick, tack, tick, tack, tick, tack,
naranja, blanco, naranja, blanco, naranja, blanco,
intermitente, páralo, interminable.
Déjalo estar.
¡ No, no lo dejo estar !
Separación.
Un pañuelo inocente en el asiento de atrás
le arranca una sonrisa.
Mete la nariz para esnifar su olor profundo
se lo enrosca en el cuello desnudo
para aliviar la siguiente noche ausencia.

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