19/1/09

l a m o r a d a del p o e t a

Quien entra por azar en la morada de un poeta

No sabe que los muebles tienen poder sobre él

Que cada nudo de madera encierra
Más gritos de pájaros que todo el corazón del bosque
Y basta que una lámpara pose su cuello de mujer
Contra un rincón lustroso a la caída de la tarde
Para liberar de repente mil pueblos de abejas
Y el olor de pan fresco de cerezos floridos
Porque tal es la alegría de esta soledad
Que una tenue caricia de la mano
Devuelve a estos grandes y oscuros muebles taciturnos
La levedad de un árbol en la mañana.

René-Guy Cadou
traducción: J.C. Villavicencio

2 comentarios:

  1. Isis: gracias por tus comentarios y deseo de continuar caminando por nuestro lar. Te ruego sí que consignes de quién es la traducción que quieras subir de nuestra página a la tuya. En este caso -el del poema de Cadou- es mía, por ejemplo, y dada la labor invertida y dado que está indicada la traducción en su fuente, te ruego que la consignes tú también.

    Mucha suerte y gracias.
    Juan Carlos

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  2. Escape
    La casa está cerrada y silenciosa
    vibraciones malas circulan dentro de ella
    mora en sus adentros una espera de locura
    guarda impresiones de amargura
    los recuerdos felices se borraron
    faltan las sonrisas inocentes
    sobran mis lágrimas amargas
    los tiempos agradables ya no existen
    la casa está callada y temerosa
    vibra de tristeza y amargura
    está en espera de algo raro
    se impregna de dudas dolorosas
    ya no escucho voces de ternura
    no siente la presencia de los muebles
    esta casa está tan sola y tan vacía
    mi cuerpo se estremece
    la casa lo contagia de sus cosas
    mi cuerpo está callado
    está dolido y asustado
    sufre de esperanzas incompletas
    se encuentra invadido de temores
    me contagia de sus cosas
    estoy envuelto de torbellinos imponentes
    la asfixia se quiere hacer presente
    el vacio levanta su bandera de repente
    me levanto al recordar aquellos ojos
    su voz tan deliciosa me aconseja
    esa ternura delicada me protege
    escapo de esa casa
    huyo de mi cuerpo
    esperando el porvenir
    solo aquí me encuentro.
    Armando Zamora Canizalez

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