15/5/13

· Nasta versus Charlie: fin del cuento ·


Son muchos los que se quedan cercados por las alambradas del barrio. Las cercan otros. Los de aquí tienen ojos para verlas y despreciarlas tanto que han decidido no traspasarlas. Son tan grandes sus ojos y su mirada es de tanto alcance que han sabido transformar este aislamiento en un encierro a presión sellado al vacío con riesgo de retumbar.
La voz de Nasta marca la baraja. Aunque en mi devocionario, la esquina doblada en marca de triángulo  sea la página de Charlie.

Ellos incorporan a los que siguen, los siguientes, los pirris. Los sucesivos son el bro de Nasta [Dani] mis hijos [Raf y Alita] y otros autores que rapean en el garaje de mi casa. Los sigo y son grandes denunciadores. Siempre atenta. Ellos también advierten mi desvelo.





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