Las cobras escupidoras tienen unos colmillos dotados de un conducto en su parte delantera inferior que les permite, cuando se sienten irritadas o amenazadas, expulsar veneno a una distancia de entre 1,2m. a 2,5 m. Tras escupir varias veces, si estas serpientes aún se sienten enojadas, pueden llegar a propinar una mordedura fatal. Escupir es una reacción defensiva. En su ataque apuntan a los ojos de la víctima. Si el veneno se limpia inmediatamente de los ojos el mal es temporal. Pero si no se elimina la ceguera es permanente.
26/3/13
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