Cerré
los ojos.
Me
sumergí sin escafandra
a
toda velocidad.
Descubrí
dos plantas más abajo
a
la altura de mi estómago
un
lago oscuro cubierto de nenúfares
rodeado
por árboles negros y húmedos
acariciado
por una niebla
ligera
y evanescente.
Silencio.
Nunca
lo había visto antes
nunca
había escuchado silencio tan opaco.
¿Cómo
puede mi estómago
albergar
semejante paisaje
y
que mis ojos no lo hayan visto antes?
Lago
negro
eres
rizoma
esencia
que impulsa desde su letargo.
Eres
parte de mi.
Acabo
de reconocerte y he vuelto.
Isabel... sobrecogedor!
ResponderEliminarEduardo, son nuestras afinidades.
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